Monday, December 6, 2010

Anticorrupción a lo Alan

¿Por qué no despega la candidatura de Mercedes Aráoz?.

Mauricio Mulder y Jorge del Castillo coinciden en que el plan electoral aprista apunta a que su candidata se imponga en la segunda vuelta a Keiko Fujimori en una nueva versión del clásico decencia versus corrupción, pero si Mercedes Aráoz no actúa con rapidez en este terreno, su postulación nunca levantará vuelo.

La imagen del gobierno está enlodada por no enfrentar a la corrupción. La encuesta PUCP revelada ayer concluye que este problema es, para el 59%, el más grave del país. Le siguen, de lejos, delincuencia (30%), pobreza (28%) y desempleo (19%).

Esto se explica no solo por la proliferación de casos de corrupción durante el lustro actual, incluyendo, entre otros, los escándalos petroaudios, Cofopri o Essalud, sino por la sensación extendida de que al gobierno no le interesó el establecimiento de un verdadero plan anticorrupción y de que actuó a favor de la impunidad en casos de apristas. Por ejemplo, la bochornosa defensa a la ex congresista Tula Benites.

En este sentido, la gente tiene la sensación de que el presidente Alan García es muy hábil para lanzar frases rimbombantes ante el destape de cada caso de corrupción, pero con un bla, bla, bla intrascendente y sin implicancia práctica.

La desconfianza ciudadana en el compromiso anticorrupción del gobierno es grande, tanto por su comportamiento en este lustro como por lo ocurrido en la primera administración aprista que dejó inexplicables signos exteriores de riqueza.

El cambio de esa percepción hubiera requerido medidas radicales contra la corrupción durante el segundo gobierno del presidente García, lo cual, lamentablemente, nunca ocurrió.

Aunque a los acusadores de hace un tiempo esto ya no les interese, como a los políticos que canjearon su forma de pensar por un ministerio y una embajada, a la gente sí le preocupa mucho la débil posición frente a la corrupción, lo cual se traduce en una baja aprobación presidencial y, también, en una mella del potencial de la candidatura aprista.

La gente puede tener una buena opinión de la honestidad de Aráoz, pero si ella no toma decisiones claras en este terreno, será percibida como jalando una carreta corrupta. Y si cada vez que lanza una iniciativa anticorrupción –como no llevar en la lista parlamentaria a gente con problemas con la justicia o la remoción del directorio de Essalud– le van a enmendar la plana recordándole su situación de invitada, su candidatura va a naufragar por la sensación de que ella no toma las decisiones de fondo y de que su posición anticorrupción no pasa de buenos deseos que no serán respaldados por sus anfitriones.

ASACL creé que Aráoz, por más sincera que sea, nunca combatirá la corrupción. Alan, su padrino, ha sido acusado de un sinnúmero de actos de corrupción en adición a lo que el gobierno del APRA representa. Los signos exteriores de riqueza de los principales dirigentes del Aprismo nunca han sido explicados ni investigados por la contraloría u otra organización como la Fiscalia. El Aprismo de hoy y el de mañana solo representa el continuismo de lo vetusto y lo asqueroso de la política de la cachiporra. Es por ello que Alan a viva fuerza quiera la elección de sus preferidos (Castañeda, Keiko o Aráoz). Sin la elección de uno de ellos, sus planes de ser presidente por tercera vez seguro estancaran en el banquillo de acusados.

No comments:

Post a Comment